Viendo en el telediario una de las
tristemente habituales manifestaciones que asolan nuestro país descubro la
pantalla del televisor llena de banderas de la II República Española. A parte
de preguntarme por qué no son tan perseguidas por preconstitucionales como la
del pollo (no puedo ni imaginar la que armaría cierto sector de la política
española si se produjera una manifestación y estuviera llena de banderas con el
escudo del régimen franquista), me surgió la duda del por qué de esos colores
precisamente.
¿Qué significa el morado de la bandera
republicana? ¿Por qué no era igual que la I República, es decir, roja y gualda,
con el escudo republicano?
Existen varias teorías para explicarlo.
Una teoría es que los republicanos
creyeron que los colores de la enseña nacional representaban los colores de la
corona de Aragón y pensaron que si cambiaban la franja inferior por la morada
representarían también a Castilla que era identificada como mas
“revolucionaria”.
Al caer la monarquía el 14 de abril de
1931 y establecerse un gobierno provisional presidido por Niceto Alcalá
Zamora, se proclamó la II República. Unos
días después, se dictó el decreto de aprobación de 27 de abril de 1931 y en él se
establecía como oficial la bandera que venían usando los casinos republicanos. Decía:
“Hoy se pliega la bandera adoptada como
nacional a mediados del S. XIX. De ella se conservan los dos colores y se le
añade un tercero que la tradición admite por insignia de una región ilustre,
nervio de la nacionalidad, con lo que el emblema de la República, así formado,
resume más acertadamente la armonía de una gran España”.
Tenemos que remontarnos, pues, al año
1820. El General Riego proclamó la vigencia de la Constitución de Cádiz en la
ciudad de Cabezas de San Juan y se abrió el período conocido como el Trienio
Liberal. En esos años se fundó la Milicia Nacional. Esta milicia era una especie de ejército popular. Fuerzas
constituidas por hombres de entre 30 y 50 años de cada provincia y cuyo fin era
velar por el orden público y político del Movimiento Liberal. Es decir, eran
una especie de animadores que intentaban que la fiesta revolucionaria no
decayera.
Al
mismo tiempo, en algunas provincias de surgieron grupos revolucionarios
liberales, más radicales que los anteriores, como los denominados Comuneros de
Castilla que tenían por emblema banderas moradas con el escudo de Castilla y
León. La simpatía por estos movimientos llegó a algunos batallones del propio Ejercito en
Castilla, en el que a modo de identificación, ataban a sus banderas cintas
moradas.
Otros historiadores defienden la teoría de que los
republicanos tomaron el color morado en el Pacto de San Sebastián el 17 de
agosto de 1930, de la banda que utilizaban los Hijos de Padilla (o Sociedad de
los Caballeros Comuneros). Estos formaban una sociedad secreta y clandestina,
disidente de la Masonería, para luchar contra los absolutistas, evitar que la
revolución liberal retrocediese y ayudar a los menesterosos. Esto se
conseguiría, incluso, recurriendo al terrorismo.
Más o menos, todos los historiadores
vienen a coincidir en la teoría, un tanto romántica, que el morado representaba
a los comuneros de Castilla que se levantaron contra el poder absolutista. El
pueblo contra el despotismo. Y esa idea, sea cierta o no, era demasiado golosa
como para no ser utilizada por los políticos de la II República.
Pero hay otro grupo de historiadores que
defiende que la elección del color morado en la bandera se debe a una relación
cromática, sin más. El carmesí y el púrpura con el desgaste del tiempo acaban,
según estos historiadores, volviéndose morado. Por lo que muchos paños
utilizados para confeccionar las banderas, como el púrpura del Reino de León,
se conservan como si fuera morado.
Así, creyendo que el color de los estandartes
de Castilla utilizados en la Guerra de las Comunidades de Castilla contra el
rey Carlos I era morado en vez de rojo, hizo que los Comuneros del Trienio
Liberal escogieran como emblema una bandera morada con un castillo y a través
de ellos los de la II República.
Otro aspecto a tener en cuenta es que en
1693 el Tercio de Infantería de Castilla utilizó el color morado en su
uniforme. Esto lo achacan estos estudiosos a que las tropas fueron reclutadas
por un obispo castellano y estos utilizaban dicho color en representación de su
estatus dentro de la Iglesia. Este tercio, fue conocido como “el tercio de los
morados” y contribuyó a relacionar, más si cabe, el morado con Castilla, aunque
sus pabellones fueran decorados con cruces rojas.
Por tanto, no se sabe cuál es el verdadero
origen del color morado en el emblema de la II República. Cada uno usará el que
le parezca más acorde a su ideología o a su conocimiento de la historia. Pero
lo que sí es cierto es que la verdad es más compleja de lo que nos quieren
hacer ver.
Copyright de la imagen: http://pueblosincolor.wordpress.com
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