El gobierno de Rajoy quiere promulgar una nueva Ley
de Seguridad Ciudadana. Ley controvertida como pocas y con altas dosis de ser
carne de recurso debido a la dudosa constitucionalidad de varios de sus preceptos.
Una ley altamente represiva que no solo busca
controlar a los que se manifiestan o hacen escraches, que también. Sino que
responde a otros motivos ulteriores, llamémosles, menos nítidos.
El PP sabe, como sabemos todos, que la calle es de
la izquierda. Sabe que los que normalmente se manifiestan no los votan. La gente
de derecha sale pocas veces a manifestarse. Al menos sale muchas menos veces
que la izquierda.
Así que si se promulga una ley para controlar y
sancionar muy gravosamente a la gente descontenta, la mayor parte de los
infractores será, por probabilidad, de izquierda. No pertenecen a su
electorado, por lo que en principio, les da igual. Es más, pensarán como diría
la hija de Fabra, que se jodan.
Ahora bien, parte del electorado de derechas también
está muy molesta. Muchos no piensan votarlos de nuevo. En principio porque no
están contentos, en general, con lo que está haciendo Rajoy. A la gran masa de
los votantes del PP les afectan los recortes en sanidad, educación e
investigación, por ejemplo.
Pero la parte más conservadora también está
cabreada con el Gobierno. Cada vez que leen un periódico o ven un telediario y observan
la salida de las cárceles de los etarras, violadores y asesinos, gozando de una
libertad entran en cólera. Para ellos esa libertad es por culpa del Tribunal de
Estrasburgo (hice una entrada en la que daba mi opinión sobre el acierto del
tribunal europeo).
Al mismo tiempo, creen que el gobierno no ha hecho
todo lo que podía haber realizado. Podrían haber presionado más a los jueces
decisores o haber retrasado la salida con subterfugios jurídicos. Piensan que
es un fracaso de Rajoy. Los votantes más sensibles con estos temas también
están muy molestos y dudan que hacer en las próximas elecciones.
De ahí la nueva ley de Seguridad Ciudadana. Quieren
que los de la derecha de la derecha se vean satisfechos con la nueva ley que
controla a esos que se manifiestan de forma tan molesta. Así que Rajoy con esta
ley persigue controlar a la calle de la
izquierda, evitar los escraches a los políticos (que es a lo que
realmente le tienen miedo) y contentar al ala más conservadora para que
comprueben que se hace lo que se puede, controlando a los alborotadores y no se
les escape su futuro voto.
Se retratan una vez más. Esta ley es el prefacio a una ristra de "reformas" que van a volver a exprimir a los mismos de siempre. Al trabajador (clase media y baja). Hoy andar por cualquier ciudad de España dibuja un paisaje descorazonador. Las diferencias son más patentes que nunca desde la transición, hay niños que van a la escuela sin comer, la mendicidad ha llegado a niveles como nunca vistos, etc. Esta ley viene a decirnos que, sea cual sea el destino que nuestros indeseables políticos quieran asegurarnos no tengamos capacidad para responder ante una situación de absoluto injusticia. Pero quizás no saben que cuando se tiene todo perdido el miedo desaparece y, de pronto, estas sanciones, leyes o mordazas que nos quieran poner pierden su significado. Nuestros políticos aún no se han enterado que las mejores medidas para la seguridad ciudadana es la igualdad de oportunidades, los principios de la justicia social y un profundo respeto por la soberanía de una nación que debe recaer, siempre, sobre los hombros de los ciudadanos.
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