El fracking,
o fracturación hidráulica, es una técnica para extraer, normalmente gas o
petróleo no convencionales del subsuelo. El procedimiento consiste en la
inyección de materiales en el terreno con el objetivo de hacer mayores las
fracturas existentes en el sustrato rocoso que contiene el gas o el petróleo[1].
El gobierno de Mariano Rajoy ha aprobado la realización del fracking en el
Parque Nacional de Doñana.
Los
materiales que se inyectan en la tierra están formados, normalmente, por un 98%
de agua y arena y un 2% de aditivos químicos que incluyen sustancias tóxicas,
alergénicas, mutágenas y carcinógenas.
Por el
secreto comercial no todas las sustancias se conocen públicamente, pero en
el estudio Wood et al 2011 se realizó un
análisis de una lista de 260 sustancias que eran utilizadas por las compañías
que realizaban el fracking y que fueron presentadas por el Estado de Nueva York
(EE.UU.). En dicho estudio, se determinaban que de esa lista de 260
sustancias 58 eran preocupantes para la
salud o medio ambiente, 17 de ellas se calificaban como tóxicas para los
organismos acuáticos, 38 se clasificaban como toxinas agudas para la salud
humana, 8 se clasificaban como cancerígenos conocidos, 6 como sospechosas de producir cáncer, 7 como
mutágenas y 5 como generadoras de efectos reproductivos.
Al ser una
actividad que se inició en los Estados Unidos, allí es donde debemos mirar para
conocer las consecuencias. Están documentadas las siguientes:
-
Contaminación del agua de acuíferos por sustancias químicas procedentes del
proceso de fracturación, pero también con aguas residuales procedentes del
depósito que contienen metales pesados o partículas radioactivas.
-
Contaminación atmosférica y acústica ya que la maquinaria y los camiones
utilizan motores a combustión.
- Sismos
(terremotos) provocados por el proceso de fracturación.
-
Movilización de partículas radioactivas procedentes del subsuelo.
- Consumo
excesivo de agua (30.000 m3 por pozo).
- Y por
último, la ocupación de tierras, ya que se necesita mucho espacio por las
plataformas de perforación y para el acceso por carreteras.
Pues a pesar
de todos estos antecedentes y de haberse prohibido tales actividades en muchos
países, algunos europeos, el Ministro de Industria, Energía y Turismo, José
Manuel Soria, afirmó, ayer día 9-4-13, que España “no puede permitirse el lujo
de perder determinadas carreras” en alusión al fracking. Y por ello, subrayó
que España necesita un modelo energético “seguro, equilibrado y sostenible”
desde el punto de vista ambiental, pero también económico.
Supongo que se
le habrá trambucado la lengua al decir esto y que, en realidad, lo que quería
decir era que el modelo energético que se buscaba debía ser seguro, equilibrado
y sostenible desde el punto de vista exclusivamente económico, ya que se ha
demostrado que dicha actividad es peligrosa, dañina y nada segura para el medio
ambiente.
El Parlamento
de Cantabria aprobó el día anterior, por unanimidad (sí, han leído bien,
unanimidad) prohibir el uso de esta actividad en su comunidad autónoma.
Pues a pesar
de todos estos indicios, cuanto menos preocupantes, el Gobierno va a introducir
esta técnica en la ley de hidrocarburos mediante una disposición adicional en
el proyecto de ley sobre los sistemas eléctricos extrapeninsulares que se
encuentra en tramitación. Y, como dijimos al principio de esta entrada, el
Parque Nacional de Doñana, reserva de la Biosfera, es uno de los primeros
destinos para ubicar estas plataformas de extracción de gas.
Y yo me
pregunto ¿qué es más peligroso, el fracking o un político cortoplacista? No me respondan.
[1]
Para saber más de la actividad de
fracking ver el informe de la Dirección General de Políticas Interiores del Parlamento Europeo http://www.europarl.europa.eu/committees/es/studiesdownload.html?languageDocument=ES&file=66719
Un artículo buenísimos. Mi enhorabuena.
ResponderEliminarEnhorabuena, muy interesante. Hay que difundirlo y qué la gente sepa hasta donde son capaces de llegar por la puta ambición económica. Ahora a destrozar la tierra, ya hemos contaminado el mar y aire, pues ahora el suelo, lo que faltaba.
ResponderEliminarMiriam Flores.
Muy interesante el artículo.
ResponderEliminarGracias a todas, cómo se nota que me queréis.
ResponderEliminarEnhorabuena por tu blog, conocia algo por encima este asunto , pero me ha quedado mas claro. Me encanta leer algo y encontrar enlaces para seguir investigando. Sigue asi.
ResponderEliminarGracias Juan por tus ánimos.
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