miércoles, 3 de abril de 2013

Tener fe.







      ¡Por fin una buena noticia! El número de desempleados ha bajado en casi cinco mil personas. Es cierto que es el mes de marzo que menos ha bajado, como dice  la oposición, y no es menos cierto que la Semana Santa ha tenido mucho que ver. Pero qué buena noticia para esas 4979 familias. Qué magnífica noticia para esas personas que han comenzado a trabajar. Para la confianza de esas personas es un empujón de autoestima brutal. 

      Cuando alguien se encuentra parado, y yo he sido uno de esos y ahora lo es mi pareja, aunque lo racionalices y sepas con absoluta certeza que no depende de ti, en el fondo de tu cabecita, en un lugar tan profundo que no sale a menudo, pero lo suficientemente cerca para hacerse notar, existe un malvado pensamiento que te dice que estás en paro por tu culpa. Insisto, aunque sepas que no es verdad. Ese pésimo pensamiento, a medida que pasan los días sin saber cuándo trabajarás otra vez, se va haciendo cada vez con más terreno en tu cerebro y por día que pasa, es más dañino.

      Cuando se está desempleado la autoestima está por los suelos, sientes que no sirves para nada, que estás en esa cruel situación porque no existe empresa que quiera de tus servicios por lo mal profesional que eres. Y cualquier otro puñal que tu mente quiera hincarte, si le dejas, te lo hundirá.

     Además está el tema de la incertidumbre. Porque a tiro pasado, cuando ya se está trabajando y piensas, estuve parado dos, ocho , diez, quince meses y te engañas diciendo: fue soportable. Pero cuando estás dentro de esa vorágine que es el desempleo y no sabes cuándo va a acabar, la sensación de ahogo y de fatalidad es mayor y más autodestructiva.

      Pero hay que tener esperanzas y fe. Hay que deshacerse de esos pensamientos negativos. Hay que ser optimistas (es fácil decirlo diréis), pensar que se acabará tarde o temprano, mejor temprano, claro está y cuando estéis muy tristes por la situación obligaros a salir de casa, ir a ver a amigos, a familiares o lo que sea para distraerse. Cuando se está parado, buscar trabajo es una profesión, pero no se puede obsesionarse con eso. No se puede pensar en eso todo el día porque puede llegar a hacer daño.

      Hay que tener fe y esperanzas porque cuando menos te lo esperas, eres de esos 4979 y la vida se vuelve un poco más agradable y te sonríe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario