En la
película de Akira Kurosawa, ¡Vivir!
(Ikiru 1952) tras la muerte del personaje principal Watanabe, los compañeros y
amigos del difunto acuden al sepelio. Allí descubre el espectador que estos no han aprendido la lección, que nada cambia, y
que todo vuelve a la absurda normalidad tras la muerte de Watanabe, el único que sí quería cambiar para mejorar algo. Después
el pesimismo se apodera del público al ver tan clara la enseñanza del
egoísmo de los hijos frente a los padres, en su declive vital, y al apreciar la
corrupción de los políticos hambrientos de poder.
Pues al
igual que esos personajes que reiteran sus fallos, nuestros políticos vuelven a
cometer los mismos errores cuando intentan vendernos, una y otra vez, que sus
medidas son en beneficio de nosotros. Los políticos, en cualquier época y en
cualquiera de las distintas culturas que habitan la Tierra, son en la práctica
iguales. Iguales de malos, claro.
En muestra de
esa ansia de poder, nuestro gobierno quiere cambiar, una vez más, el sistema
para el cálculo de pensiones. Factor de sostenibilidad lo llaman. Nos da otra
vuelta de tuerca más. Todo ello con el último fin de abonar a los jubilados
cada vez menos dinero. Han creado un sistema político que no se sostiene y lo
tienen que mantener a costas de los más
desprotegidos, los jubilados. Y todas estas buenas ideas, para intentar salvar
sus privilegios señoriales. De ahí su nombre, sostenibilidad, pero para ellos.
En su momento,
ya nos habían retrasado el año de jubilación. Con la actual ley, progresivamente
está pasando de los 65 años a los 67. Pero algo que no se decía mucho era que antes
de este cambio para el cálculo de tu pensión final, te sumaban todas tus bases reguladoras
de los últimos quince años (180 meses en los que habías cobrado más) y te la
dividían entre 210. Después del primer cambio esa suma de años cotizados ya no eran
de quince años, ahora va progresivamente de 192 meses (16 años) a 300 meses (25
años) y la cantidad resultante de esa suma te la dividen entre 224 el año 2013 y
va progresando hasta el año 2022 en la que se dividirá entre 350. Por lo cual
si a un número de años le vas aplicando un divisor cada vez mayor, el número
resultante, obviamente, cada vez, será menor. Y si encima, el dividendo le vas
aumentado años (que en principio debería ser beneficioso), pero esos años a
medida que se incremente la antigüedad el valor es menor (ya que al principio
de nuestra carrera laboral ganamos menos que al final), pues el resultado es
siempre menor. Es decir, cobraremos muchísimo menos que nuestros padres
jubilados.
Pues no conforme
con ello, ahora con este factor de sostenibilidad quieren que se haga otro
cálculo más. A partir de la aprobación del nuevo sistema de cómputo, se hará
una estimación de vida de los jubilados. Y cuanto más años se viva, menos se
cobrará. Es decir, adecuar la pensión a la esperanza de vida. Te esfuerzas para
llegar a la jubilación, que llegas como puedes, y una vez retirado te quitan el
dinero por estar sano. Si vives muchos años jubilado te matan de hambre.
Está claro que
ya eso de cuidarse para llegar a vivir lo más posible es para pensárselo puesto
que, a este paso, cada vez menos va a merecer la pena llegar a la jubilación.
Por supuesto, con
esto lo que también pretenden es que
cada uno nos hagamos un plan privado de jubilación. ¡Cómo si todo el mundo
pudiera afrontar ese gasto! Y así las grandes aseguradoras también hacen sus
negocios.
Por supuesto, a
los políticos esto ni les toca, ni de refilón. Porque como sabéis, para que un
político se pueda jubilar con el 100% de su pensión, no tiene que cotizar como nosotros
ahora 35 años, y en el 2027, 38 años y medio. No, que va. Ellos no son como el
resto. Forman una casta privilegiada. Ellos con 7 años cotizados como
diputados, ya se pueden retirar con el 100% cuando cumplan la edad
reglamentaria.
Pero no queda
ahí la cosa. Suponiendo que tú o yo tuviéramos unos sueldazos que cotizáramos
por el máximo tendríamos un tope máximo para cobrar la pensión. Actualmente
para el año 2013, cualquiera de nosotros, por mucho que hayamos cotizado no
podríamos cobrar más de 2.548,12 euros mensuales de pensión.
Pero ellos no, ¡por
favor! A ellos no se les aplica el tope máximo. Ellos que tienen sueldos de más
de seis mil euros al mes, con complementos de todo tipo, con viajes gratis,
tabletas, portátiles, conexiones a Internet gratuitas y otras chucherías, podrán
cobrar como pensión por lo que hayan cotizado. Y os puedo asegurar que excede
de los 2.548,12 euros mensuales.
Lo que está
claro para esa casta privilegiada es que los jubilados no políticos estorban.
No son productivos, se llevan dinero en pensiones y, para más inri, consumen
recursos de la Seguridad Social. ¡Qué desfachatez!
Y es que,
nuestros políticos, parece ser que al igual que otro personaje que da el título
a otra película del fantástico director japonés, Barbarroja, (Akahige, 1965) entienden que
su profesión de dirigentes (en la película, la de médicos) son como guías
espirituales que, llegados el caso, deberán ayudar a los ciudadanos a morir
cuando sus artes no puedan ir más allá.
Por eso según
los políticos, y así lo dijo el ministro de Finanzas japonés, Taro Aso (por
supuesto, multimillonario con más de 70 empresas, entre ellas un banco), y que
es extrapolable al pensamiento de nuestros políticos patrios,
la principal obligación de los jubilados es “darse prisa en morir”.
Image courtesy of (Stuart Miles) FreeDigitalPhotos.net
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