viernes, 6 de septiembre de 2013

Jubilarse para morir (aquí o en Japón)





En la película de Akira Kurosawa, ¡Vivir! (Ikiru 1952) tras la muerte del personaje principal Watanabe, los compañeros y amigos del difunto acuden al sepelio. Allí descubre el espectador que estos  no han aprendido la lección, que nada cambia, y que todo vuelve a la absurda normalidad tras la muerte de Watanabe, el único que sí quería cambiar para mejorar algo. Después el pesimismo se apodera del público al ver tan clara la enseñanza del egoísmo de los hijos frente a los padres, en su declive vital, y al apreciar la corrupción de los políticos hambrientos de poder.

Pues al igual que esos personajes que reiteran  sus fallos, nuestros políticos vuelven a cometer los mismos errores cuando intentan vendernos, una y otra vez, que sus medidas son en beneficio de nosotros. Los políticos, en cualquier época y en cualquiera de las distintas culturas que habitan la Tierra, son en la práctica iguales.  Iguales de malos, claro.

En muestra de esa ansia de poder, nuestro gobierno quiere cambiar, una vez más, el sistema para el cálculo de pensiones. Factor de sostenibilidad lo llaman. Nos da otra vuelta de tuerca más. Todo ello con el último fin de abonar a los jubilados cada vez menos dinero. Han creado un sistema político que no se sostiene y lo tienen que mantener a costas de  los más desprotegidos, los jubilados. Y todas estas buenas ideas, para intentar salvar sus privilegios señoriales. De ahí su nombre, sostenibilidad, pero para ellos.

En su momento, ya nos habían retrasado el año de jubilación. Con la actual ley, progresivamente está pasando de los 65 años a los 67. Pero algo que no se decía mucho era que antes de este cambio para el cálculo de tu pensión final, te sumaban todas tus bases reguladoras de los últimos quince años (180 meses en los que habías cobrado más) y te la dividían entre 210. Después del primer cambio esa suma de años cotizados ya no eran de quince años, ahora va progresivamente de 192 meses (16 años) a 300 meses (25 años) y la cantidad resultante de esa suma te la dividen entre 224 el año 2013 y va progresando hasta el año 2022 en la que se dividirá entre 350. Por lo cual si a un número de años le vas aplicando un divisor cada vez mayor, el número resultante, obviamente, cada vez, será menor. Y si encima, el dividendo le vas aumentado años (que en principio debería ser beneficioso), pero esos años a medida que se incremente la antigüedad el valor es menor (ya que al principio de nuestra carrera laboral ganamos menos que al final), pues el resultado es siempre menor. Es decir, cobraremos muchísimo menos que nuestros padres jubilados.

Pues no conforme con ello, ahora con este factor de sostenibilidad quieren que se haga otro cálculo más. A partir de la aprobación del nuevo sistema de cómputo, se hará una estimación de vida de los jubilados. Y cuanto más años se viva, menos se cobrará. Es decir, adecuar la pensión a la esperanza de vida. Te esfuerzas para llegar a la jubilación, que llegas como puedes, y una vez retirado te quitan el dinero por estar sano. Si vives muchos años jubilado te matan de hambre.

Está claro que ya eso de cuidarse para llegar a vivir lo más posible es para pensárselo puesto que, a este paso, cada vez menos va a merecer la pena llegar a la jubilación.

Por supuesto, con esto  lo que también pretenden es que cada uno nos hagamos un plan privado de jubilación. ¡Cómo si todo el mundo pudiera afrontar ese gasto! Y así las grandes aseguradoras también hacen sus negocios.

Por supuesto, a los políticos esto ni les toca, ni de refilón. Porque como sabéis, para que un político se pueda jubilar con el 100% de su pensión, no tiene que cotizar como nosotros ahora 35 años, y en el 2027, 38 años y medio. No, que va. Ellos no son como el resto. Forman una casta privilegiada. Ellos con 7 años cotizados como diputados, ya se pueden retirar con el 100% cuando cumplan la edad reglamentaria.

Pero no queda ahí la cosa. Suponiendo que tú o yo tuviéramos unos sueldazos que cotizáramos por el máximo tendríamos un tope máximo para cobrar la pensión. Actualmente para el año 2013, cualquiera de nosotros, por mucho que hayamos cotizado no podríamos cobrar más de 2.548,12 euros mensuales de pensión.

Pero ellos no, ¡por favor! A ellos no se les aplica el tope máximo. Ellos que tienen sueldos de más de seis mil euros al mes, con complementos de todo tipo, con viajes gratis, tabletas, portátiles, conexiones a Internet gratuitas y otras chucherías, podrán cobrar como pensión por lo que hayan cotizado. Y os puedo asegurar que excede de los 2.548,12 euros mensuales.

Lo que está claro para esa casta privilegiada es que los jubilados no políticos estorban. No son productivos, se llevan dinero en pensiones y, para más inri, consumen recursos de la Seguridad Social. ¡Qué desfachatez!

Y es que, nuestros políticos, parece ser que al igual que otro personaje que da el título a otra película del fantástico director japonés, Barbarroja, (Akahige, 1965) entienden que su profesión de dirigentes (en la película, la de médicos) son como guías espirituales que, llegados el caso, deberán ayudar a los ciudadanos a morir cuando sus artes no puedan ir más allá.

Por eso según los políticos, y así lo dijo el ministro de Finanzas japonés, Taro Aso (por supuesto, multimillonario con más de 70 empresas, entre ellas un banco), y que es extrapolable al pensamiento de nuestros políticos patrios,  la principal obligación de los jubilados es “darse prisa en morir”.










Image courtesy of (Stuart Miles) FreeDigitalPhotos.net

No hay comentarios:

Publicar un comentario